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Sabry Barrios

...joven artista independiente, rompe y perturba a la sociedad en chile y el mundo con su arte  Psicodélico y Street art, abriendo los sentidos con los colores de alta saturación, líneas y formas alocadas.

 

Por Ninoska Estrada

“…que la gente comience a tener las mismas percepciones y sentimientos que tengo cuando pinto, cada vez que hago un línea, color, forma o espacio. Expresar las emociones que estoy sintiendo en el solo acto de pintar…” es lo que busca el joven Sabry Barrios, artista psicodélico santiaguino, a través de un arte poco convencional, que sale de lo clásico y repetitivo. “Lo mío es una mezcla de grafiti y Street art. A la gente esto le choca, sobre todo en la clase social alta, y es eso lo que me encanta…perturbarlos, para poder cambiar sus apreciaciones, corromper algunas mentes, o esquemas que la gente tiene, en general, sobre el arte”.

Barrios inicia su camino como estudiante de arquitecta y diseño, hasta que se encuentra con la carrera de arte, que le dio las herramientas necesarias para, en poco tiempo, exponer en varios países de Europa, “…Me gusta que culturas tan lejanas y diferentes puedan ver lo que hace otra persona en otra parte del mundo…”. Luego de este viaje, es cuando decide dejar la Universidad y transformarse en un artista independiente, y dedicarse cien por ciento a su arte, que lo ha llevado a imprimir sus pensamientos constantemente, en pinturas o grafitis.

Su alocada forma de ver la vida, en cosas tan cotidianas como la música, hace que busque plasmar, en sus creaciones artísticas, la sinestesia. Captar sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto perceptivo. “… a mí lo primero que me gusta es mostrar mi visión de la vida en la pintura, cómo yo veo las cosas, por ejemplo, en la música…es una sinestesia, mezcla de percepción y sentido…”.

Los temas que este artista toma, son las áreas que mantienen a nuestra sociedad en conflicto, “…Mis temas principales son la sexualidad, la mujer, la feminidad…, y eso trato de representar en la pintura. Hay cosas que no puedo decir y las digo a través de la pintura, porque son inexplicables…”. Los colores vibrantes y de alta saturación son los encargados de hacer que, estos tópicos, vibren en los ojos del espectador.

Sabry nos muestra una forma libre y relajada de ser artista, en la que no hay límites ni cánones sociales impuestos. Su vida no se está influenciada por la idea de que el artista sufre por ser artista y es eso lo que nos demuestra con su arte, una manera estridente y rupturista de llevar la expresión humana.